¡Bienvenidos!

Mi forma de expresar…

Divagando hacia el ocaso.

Sin rumbo y sin recejo,
abrazando todas las luces fijas,
simular que me alejo
por sendas de brillantes rosas rojas,
mi ventana transmite
el imposible del agua y el aceite.
Pueden caer las nubes
o viajar más rápido que la luz
y flores quizá azules,
pobre y desalmado poeta andaluz.
Vivir puede matar
y si toco el sol podría quemar.
Las hojas de mi vida
de ese libro vacío de vivir,
sólo es un viaje de ida,
dejarás de parpadear y sentir.
Al llegar sentirás
que el todo y la nada controlarás.

Mario Sampedro®

Sólo trato de vivir.

Al caminar de las horas,
mi cuerpo anda feliz
y busca en las deshoras,
provocarte ese desliz.

Sensaciones placenteras,
cayendo en el vacío,
cielos de escaleras
a la orilla del río.

Soñando soñar.

Hallándomela bajo las nubes,
nubes del color del marfil, ver,
su dulce cabello antes de ser,
caballero en sus cabellos dulces,
plebeyo; que al verte cae de bruces.
Palpitaré, cuan flojas las piernas
si en lugar de yo, vos me gobiernas.
Flores de nubes, nubes de flores,
agrada soñar; miles de amores.
Tu invierno cala; en el mío invernas.

Mario Sampedro®

IX.

Sonrisas a distancia,
sensación de bienestar,
tardes invertidas
en risas convertidas.

Horas en segundos,
graciosos sinsentidos,
esperando el momento,
para sentirme contento.

Infinitos que se tocan
en mares que se ahogan,
cielos que se van
como tren desde el andén.

Quisiera que los momentos,
fueran tan eternos como el sentimiento,
y que esto sea el comienzo
y que nunca lleguemos al atrenzo.

(M.S)

Quizá llegué al atrenzo…

Quizá por todo y por nada…
Quizá me la jugué por ella…
Quizá me dio la vena…

Quizá ahora sé que he perdido..
Quizá lo mejor esté por llegar…
Quizá no residía el cariño…

Quizá la alegría llamó al abandono…
Quizá caminaba en vez de parar…
Quizá extrañe lo que siempre extrañé…

Quizá el café ya se enfrió…
Quizá de nuevo diga hola…
Quizá resuene como caracola…

Aspiraciones derrotadas.

Callejones sin salida,
aspiraciones convertidas en derrota,
deseos sacudidos por el recelo.

La frase que sin sentido,
recorre inmensos jardines
de espíritu mordido.

Botellas medio vacías,
impunes sentimientos expresan
como lluvias agotadas y tardías.

Palomas sin mensaje, ayeres sin más,
buzones abarrotados de malas noticias,
abismos con creencias de fondo cercano
transmitidos sólo en absurdo diferido.

Pasear al borde del ayer,
adelantando las horas, viendo amanecer,
almas caminan y suspiran
en paisajes que se olvidan.

Arroyos sedientos,
de complicados movimientos,
creyendo en el continuo
improviso de mis sentimientos.

Sin obtener nada, todo perderás
y al amanecer sólo quedarás,
tras batalla de vida perdida.

(M.S)

14 de febrero.

El entendimiento de no atender,
mirar sin saber que sentir,
inverosimilidades pararelas,
reacciones que interseccionan.

La voz externa moldea
enfocando la visión,
fría y cruel reacciona
hasta perder su visión.

Noches en cueros,
esperando por si vuelve,
jamelgos desbocados
traspasan el antiguo ventanal.

Espanto la sombra,
río tratando de llorar,
mostrando la esencia
deambulando al caminar.

(M.S)

Coge el alma…

Coge el alma, alma que respira
en el espejo susurra la misma cantinela,
señala con el dedo corazón,
el lugar donde arañaba lo desconocido.

La penumbra se esconde bajo el puente,
la luz incendia bosques de miradas,
el ajetreado tráfico que corre por mis venas,
la cruz del crucificado de cara sonriente.

La conversación bajo la luna,
atrayendo el sentido del actor
esconde la íntima prosa,
que enamora victorioso o perdedor.

El rifle de la palabra
apunta directo a la razón,
su bala más efectiva
la verdad que llega al corazón.

(M.S)

Y si callas también mientes.

Todo lo que somos,
todo lo que seremos,
momentos felices,
momentos tristes.

Puro egoísmo,
disfrazado de bondad,
me agobian las prisas
y los que no tienen dudas.

Malas compañías, influyentes,
buenas compañías, desperdicidas.

Personas que vienen,
personas que van,
personas que permanecen.

Todo lo que somos,
es lo que queda,
nosotros solos, nadie más,
un momento feliz con esa persona.

Me agobian las faltas de estilo,
me agobia,
la arrogancia de los ignorantes.

(M.S)

Tras parpadear, todo sigue igual.

Tras parpadear, todo sigue igual
tu vereda me sigue sin cobijar
los minutos, pasan en este reloj
y cada segundo, se me clava en el corazón.

Era oscuro fuera de tu agujero
Como el secuestro de una noche de invierno
no sobran majadas, para compensar mis esperas
no faltan lluvias, para apagar mis deseos.

Quiero soñar, retornar a la realidad
¿Para qué despertar? Sólo restan cenizas
vicios mal apagados y soledad.

Vagar, olisqueándote
esquivando la realidad
no soy capaz de mirarla de tú a tú
tus sentimientos ya caducos
los míos perennes son.

Encender la televisión; no lograr sintonizar
no llega la señal, mi antena partió
a tu vera, me contó que bien se está.

Nuestros cuerpos presentes
transportados a otra realidad
mi alma perecerá si no estás.

(M.S)

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